La meta de una persona que practica la comunicación asertiva es comunicar con respeto y ser capaz de entenderse los unos a los otros para conjuntamente poder encontrar una solución al problema. Permite defender la opinión propia sin ofender a los demás a la par que expresar sentimientos sin sentirse vulnerable.
Con este estilo, se sabe escuchar, estableciendo limites y clarificando expectativas; no se hacen juicios sino que se emiten observaciones ("Pienso que...", "Siento que...", "Creo que..."), expresándose de una manera directa y teniendo en consideración los sentimientos de los demás ("Veo que esto es importante para tí, pero también lo es para mí..."). Las personas asertivas suelen ser confiadas, nunca enjuician ni etiquetan, siendo decisivos y proactivos.
La conducta no verbal de este estilo denota un buen contacto visual, manteniendo una postura relajada y firme acompañada de una voz fuerte y firme, con un tono y expresión facial adecuados al mensaje, intentando asegurar así la comprensión del mismo. En cuanto a la conducta verbal, se usa un lenguaje directo, sin ambigüedades, que permite expresar exactamente lo que se piensa ; no se evalua la conducta de los demás, y se usa tanto el "yo" como el "nosotros", abriendo preguntas para opiniones alternativas ("Así que lo que estabas diciendo era..."). De este modo, se genera para el emisor un sentimiento claro de entusiasmo y bienestar que permite aumentar la autoestima, la autoconfianza y la motivación.
Todo esto permite que los problemas se solucionen confrontándose cuando suceden, negociando y no dejando que los sentimientos negativos se apoderen de la situación.
En el siguiente video se escenifican las partes que debe tener toda comunicación asertiva, permitiendo complementar así los conceptos anteriormente descritos:
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